El dolor crónico y muscular es una molestia frecuente que afecta la calidad de vida de muchas personas. Una de las terapias más utilizadas para aliviarlo es la Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea (TENS). Este método consiste en aplicar pequeños impulsos eléctricos en la piel para estimular los nervios y reducir la percepción del dolor. En este artículo, exploraremos cómo funciona, sus principales beneficios y las precauciones que debes tener en cuenta antes de usarlo.
¿Qué es el TENS y cómo funciona?
El TENS es un dispositivo que envía impulsos eléctricos de baja intensidad a través de electrodos adheridos a la piel. Su principal función es bloquear las señales de dolor que van al cerebro y estimular la producción de endorfinas, sustancias naturales que ayudan a reducir la sensación de dolor.
El mecanismo de acción del TENS se basa en dos principios:
Inhibición del dolor: Los impulsos eléctricos interfieren con la transmisión del dolor al cerebro.
Liberación de endorfinas: Estimula la producción de estas hormonas que actúan como analgésicos naturales.
Beneficios del TENS
El uso del TENS se ha vuelto popular por sus beneficios en diferentes tipos de dolor. Entre sus principales ventajas destacan:
Alivio del dolor crónico y agudo
Es eficaz para tratar el dolor musculoesquelético, como lumbalgias, cervicalgias, artritis, ciática y fibromialgia.
Mejora la recuperación tras cirugías o lesiones
Ayuda a reducir el dolor postoperatorio y favorece la recuperación de lesiones deportivas.
No es invasivo ni requiere medicamentos
A diferencia de otros tratamientos, el TENS no implica medicamentos ni procedimientos invasivos, lo que reduce los efectos secundarios.
Puede usarse varias veces al día
Se puede aplicar de 1 a 3 veces al día en sesiones de 15 a 60 minutos, según la intensidad del dolor.
¿Para qué dolencias se recomienda el TENS?
El TENS es ampliamente utilizado en fisioterapia y rehabilitación para tratar:
Dolor lumbar y cervical
Contracturas musculares y esguinces
Dolor neuropático (como la neuropatía diabética)
Dolores menstruales
Dolor postoperatorio
Síndrome del túnel carpiano
Ciática
Contraindicaciones del TENS
A pesar de sus beneficios, el TENS no es recomendable para todas las personas. Debe evitarse en los siguientes casos:
Personas con marcapasos o problemas cardíacos: La corriente eléctrica podría interferir con dispositivos médicos.
Embarazadas: No se recomienda su uso en el abdomen ni cerca del área pélvica.
Personas con epilepsia: Puede inducir crisis en personas propensas.
Zonas con heridas abiertas o piel irritada: Puede empeorar la condición de la piel.
Consejos para usar el TENS de forma segura
Usa electrodos de calidad y colócalos correctamente sobre la piel.
Comienza con una intensidad baja y ajústala según tu tolerancia.
No lo uses por más de 2 horas seguidas.
Consulta a un profesional si tienes dudas o una condición médica previa.
Conclusión
El TENS es una opción efectiva y segura para aliviar el dolor, especialmente en casos de dolor musculoesquelético y neuropático. Sin embargo, su uso debe realizarse con precaución y bajo asesoramiento profesional si existen condiciones médicas preexistentes. Si estás considerando probar esta terapia, asegúrate de seguir las recomendaciones adecuadas para obtener los mejores resultados. ¡Dile adiós al dolor de forma natural!
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