Los tickets de compra que recibimos a diario —en supermercados, bancos, farmacias o estaciones de servicio— suelen parecer inofensivos. Sin embargo, la mayoría están impresos en papel térmico, un material que contiene Bisfenol A (BPA) o su sustituto, el Bisfenol S (BPS), compuestos químicos con efectos potencialmente nocivos para la salud humana.
¿Qué es el BPA y por qué preocupa?
El Bisfenol A (BPA) es una sustancia usada desde hace décadas para fabricar plásticos y resinas, así como para recubrir el papel térmico. Su función es permitir que la impresión aparezca al aplicar calor, sin necesidad de tinta.
El problema es que el BPA es un disruptor endocrino, es decir, puede alterar el equilibrio hormonal del cuerpo. Varios estudios lo han vinculado con:
Alteraciones en el sistema reproductivo masculino y femenino.
Aumento del riesgo de obesidad y diabetes tipo 2.
Problemas de desarrollo en fetos y niños pequeños.
Alteraciones en la tiroides y el sistema inmunológico.
Aunque las cantidades absorbidas por contacto con un solo ticket son pequeñas, la exposición repetida o diaria, como ocurre con cajeros y vendedores, puede acumularse con el tiempo.
¿Cómo reconocer un ticket con BPA o BPS?
No todos los papeles son iguales. Existen formas sencillas de saber si estás ante un papel térmico potencialmente contaminado. A continuación te mostramos las diferencias entre papel térmico (con posible BPA/BPS) y papel común:
| Característica | Papel térmico (POS, cajeros, supermercados) | Papel común (impresoras láser, matriciales, oficinas) |
|---|---|---|
| Aspecto | Liso, satinado o ligeramente brillante | Mate, rugoso o poroso |
| Impresión | No usa tinta; la imagen aparece por calor | Usa tinta, tóner o cinta |
| Prueba del raspado | Al raspar con uña o moneda deja marca oscura | No deja marca |
| Prueba del calor | Se oscurece al acercar una fuente de calor | No cambia de color |
| Durabilidad del texto | Se borra o amarillea con el tiempo | Permanece legible durante años |
| Contenido químico | Puede contener BPA o BPS en el recubrimiento | No contiene bisfenoles |
| Riesgo potencial | Medio-alto con exposición frecuente (disruptores hormonales) | Nulo o muy bajo |
| Usos comunes | Tickets de compra, recibos de POS, cajeros, balanzas, parquímetros | Facturas, documentos legales, impresiones de oficina |
| Recomendación | Evitar manipularlo innecesariamente, lavarse las manos después | Sin restricciones |
👉 Si el papel se oscurece o deja marca al raspar, casi seguro es térmico y puede contener bisfenoles.
¿Qué nivel de riesgo existe?
Para el consumidor ocasional, el riesgo es bajo.
Para quienes manipulan cientos de tickets al día, la exposición sí puede ser significativa.
De hecho, algunos estudios hallaron niveles más altos de BPA en la orina de cajeros comparados con personas que no tienen contacto frecuente con papel térmico.
Desde 2020, la Unión Europea prohibió el uso de BPA en este tipo de papel, aunque aún se permite en muchos países de América Latina, donde también se usa su sustituto BPS, del cual se sospechan efectos similares.
Consejos para reducir la exposición
Evita tocar los tickets innecesariamente.
Lávate las manos después de manipularlos, sobre todo antes de comer.
No uses los tickets como notas o para envolver alimentos.
Toma foto o escanea los comprobantes en lugar de guardarlos.
Si trabajas con ellos a diario, usa guantes finos o manipúlalos con pinzas.
Un cambio posible
Cada vez más empresas están migrando a facturas electrónicas o digitales, una alternativa más segura y ecológica. Evitar el papel térmico no solo reduce la exposición al BPA, sino que también disminuye residuos contaminantes.
La próxima vez que recibas un ticket, observa su textura: si es liso y se borra con el tiempo, probablemente contiene químicos que conviene manejar con precaución. Pequeños cambios en los hábitos diarios pueden hacer una gran diferencia a largo plazo.
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